Ambientada en el Distrito del Observatorio parisino, el XIVe arrondissement, en los años posteriores a la segunda guerra mundial, la novela Ratas de Montsouris, protagonizada por el detective Nestor Burma, forma parte de la serie Les Nouveaux Mystères de Paris que Malet dedicó a los distintos distritos de la ciudad. En este nuevo caso, el detective se encuentra con un ex presidiario, al que había conocido durante la guerra, que le ofrece la oportunidad de ganar mucho dinero y de manera legal, pero su misterioso asesinato trunca el plan. Burma inicia entonces una investigación para esclarecer su muerte y entra en contacto con coleccionistas de arte, magistrados, locos poetas surrealistas y un París fascinante y poco conocido; sus pesquisas lo pondrán tras la pista de una banda de atracadores, "Los Ratas de Montsouris", y de un suculento botín escondido desde el final de la guerra.Publicada por primera vez en 1955 y nunca antes traducida al castellano, Ratas de Montsouris es una de las mejores novelas de Malet, uno de los padres de la moderna novela negra francesa.
Léo Malet (1909-1996), anarquista conservador, como le gustaba definirse, es uno de los padres de la novela negra francesa. Huérfano desde muy joven, se mudó de su Montpellier natal a París cuando era un adolescente, allí se movió en los ambientes anarquistas y trabajó en los más diversos oficios: picapedrero, albañil, periodista, figurante de cine o incluso cantante de cabaret. En los años treinta formó parte del grupo de los surrealistas y gracias a su amistad con Breton, Magritte o Aragon tomaría contacto con el mundo editorial y lograría publicar sus primeros poemas.Aunque cultivó diferentes géneros, y se ganó la vida como novelista popular bajo diferentes seudónimos, Léo Malet alcanzó el éxito con la novela negra gracias a Nestor Burma, un detective privado, descarado, ex anarquista y fumador de pipa que apareció por primera vez en 1942 en la novela Calle de la Estación, 120 y que terminaría siendo el protagonista de más de una treintena de títulos. En 1954 inició un ambicioso proyecto inconcluso: Les Nouveaux Mystères de Paris, una serie de veinte novelas ambientadas en cada uno de los arrondissements (distritos) parisinos, entre las que destaca Niebla en el Puente de Tolbiac (1956; Libros del Asteroide, 2008). Calle de la Estación, 120 fue llevada al cine en 1946 por Jacques Daniel-Norman y al cómic en 1988 con dibujos de Jacques Tardi y guión de Tardi y el propio Malet. Murió en Chatillon, el día en que cumplía 87 años.