Introducción de A. Sánchez Barbudo
De sentimiento trágico de la vida
i. El hombre de carne y hueso
II. El punto de partida
III. El hambre de inmortalidad
IV. La esencia del catolicismo
V. La disolución racional
VI. En el fondo del abismo
VII. Amor, dolor, compasión y personalidad
VIII. De Diosa Dios
IX. Fe, esperanza y caridad
X. Religión, mitología de ultratumba y apocatástasis
XI. El problema práctico
Conclusión
La agonía del cristianismo
Prólogo a la edición española
i. Introducción
II. La agonía
III.¿Qué es el cristianismo?
IV. Verbo y letra
V. Abisag la sunamita
VI. La virilidad de la fe
VII. El supremo cristianismo social
VIII. El individualismo absoluto
IX. La fe pascalina
X. El Padre Jacinto
XI. Conclusión
Con Del sentimiento trágico de la vida (1913) y La agonía del cristianismo (1925), Unamuno se nos revela como uno de los más grandes pensadores de nuestro tiempo. En estos textos, radicalmente filosóficos, situando en el centro de su investigación al hombre concreto, don Miguel viene a prefigurar ‒anunciándola‒ toda la filosofía del existencialismo posterior. Un iluminador estudio preliminar de Antonio Sánchez Barbudo viene a situar y arrojar nueva luz sobre el Unamuno pensador filosófico y religioso. Las contradicciones personales y las paradojas que afloraban en su pensamiento actuaron impidiendo el desarrollo de un sistema coherente, de modo que hubo de recurrir a la literatura, en tanto que expresión de la intimidad, para resolver algunos aspectos de la realidad de su yo. Esa angustia personal y su idea básica de entender al hombre como «ente de carne y hueso», y la vida como un fin en sí mismo se proyectan en estas dos grandes obras.
Miguel de Unamuno (1868-1936) fue poeta, dramaturgo, novelista, filósofo y ensayista, pero por encima de cualquier clasificación fue dueño de una sagacidad, agudeza e independencia poco frecuentes en la literatura hispánica. Su primera novela fue Paz en la guerra (1897), una obra histórica sobre la última guerra carlista. Con Niebla (1914) inicia lo que él denominó nivolas: frente a la novela tradicional presenta el enfrentamiento de las almas, de las pasiones humanas, sin paisajes, ambientes ni costumbres. En 1917 publicaría Abel Sánchez y en 1921 La tía Tula. Una de sus obras maestras, y seguramente la más conocida, llegaría en 1931, San Manuel bueno mártir. Escribió también numerosos libros de ensayo como: En torno al casticismo (1902), Vida de Don Quijote y Sancho (1905), Por tierras de Portugal y España (1911), Andanzas y visiones españolas (1922) o, entre otros, Del Sentimiento trágico de la vida (1922).