Esta nueva recopilación de los escritos de viajes de Unamuno es una invitación al lector para recorrer los parajes que marcaron su itinerario vital e intelectual. En estos viajes se manifiestan ante todo ciertos aspectos de su filosofía: su rabioso individualismo, su tendencia a la imaginación y al sentimiento frente a la razón, su pensamiento trágico, su sentido de la Naturaleza.
Su genio no buscaba la España legendaria y pintoresca de los viajeros románticos, sino la tierra intrahistórica, oculta en pueblos y ciudades olvidados, en ruinas y remotos paisajes. Estamos ante el «Unamuno contemplativo», el viajero que persigue hacer «repuesto de paisaje» para serenar su ánimo y regresar luego a la infatigable contienda contra esto y aquello, contra unos y otros, contra sí mismo; ante todo contra sí mismo.
Miguel de Unamuno y Jugo nació en Bilbao en 1864. Fue un hombre singular que tenía, además afán de singularizarse. Desgarrado por la angustia existencial y la pérdida de la fe, se esforzó en sus escritos por suscitar en los demás esas mismas inquietudes. En 1891 toma posesión de la cátedra de griego de la Universidad de Salamanca. Cultivó el ensayo, el artículo, la novela, la poesía y el teatro. Toda su obra constituye un corpus único con absoluta unidad temática y de estilo. Después de unos años de reflexión sobre el tema de España, son los conflictos religiosos y existenciales los que van a ocupar toda su atención: «Del sentimiento trágico de la vida», «La agonía del cristianismo, son creaciones que van en este sentido. Se entrega a la actividad política desde una ideología socialista (aunque muy particular). Su enfrentamiento a la dictadura de Primo de Rivera le costará el ser destituido de su cátedra y la condena al exilio. Después de la caída del dictador(1930), pone fin a su destierro y es recibido como símbolo de la lucha contra la opresión. Acoge favorablemente la república, pero pronto se siente decepcionado y el alzamiento del 18 de julio de 1936 cuenta con su apoyo, pero tampoco transige con los abusos del bando «nacional». Un incidente con Millán Astray provoca una nueva destitución de sus cargos y el arresto domiciliario. Muere de repente el 31 de diciembre de ese mismo año de 1936.