Vladimir Jankélévitch empezó a escribir su artículo «Georg Simmel, philosophe de la vie» en 1923, cuando tenía veinte años, aunque fue publicado dos años después. El propio padre de Vladimir, Samuel, había acogido con entusiasmo el esfuerzo de abstracción y la perspectiva formalista de la sociología de Simmel como una alternativa a los derivados de la escuela durkheimiana. Sin embargo, la oposición entre las sociologías de Durkheim y Simmel apuntada por su padre queda en un segundo plano en el escrito del joven Vladimir: él va más allá al interpretar el trabajo de Simmel como el preámbulo anunciador de una filosofía de la vida y apropiarse del proyecto simmeliano de la philosophische Kultur como una especie de actitud ante el mundo capaz de oponerse a la tragedia de la cultura, el tema principal de su ensayo. Con ello Jankélévitch introdujo en Francia un debate de gran actualidad entre los intelectuales revolucionarios del momento en Alemania y en la recién creada Unión Soviética.
Vladimir Jankélévitch nació en Bourges, Francia. Terminó sus estudios en 1922, y en 1926, fue enviado a Praga como profesor en el Instituto Francés. De vuelta a París en 1932, se doctora en Letras al año siguiente. En 1939, es movilizado y herido un año después. Al abandonar el hospital, entra en la clandestinidad, participando en varios movimientos de la resistencia. Tras ocupar en 1947 su cátedra en Lille, pasa a ser profesor en la Sorbona en 1951, actividad que aún ejerce. Gran amante y estudioso de la música, ha escrito también varios ensayos sobre el tema, entre otros uno publicado recientemente sobre el compositor Frederic Monpou. La mayor parte de su extensa obra filosófica gira entorno a los problemas que conforman la experiencia de la vida cotidiana, como La austeridad y la vida moral (su primer libro en 1956), La aventura, el tedio, lo serio, La ironía, Lo irreversible y la nostalgia, La muerte, El perdón, Lo puro y lo impuro y Lo no sé qué y lo casi nada (3 tomos).