Una crítica profunda y envenenada del arte contemporáneo más radical y de la actitud cínica que se oculta detrás de ciertas prácticas artísticas «comprometidas».
La rutina de Marcos, aplicado y retraído estudiante de Bellas Artes, se ve interrumpida por la llegada a su pequeña ciudad de provincias del célebre Jacobo Montes, el gran artista social del presente, cuya transgresora obra pretende ser una denuncia del capitalismo contemporáneo. Casi por azar, Marcos acaba convertido en su asistente y con él aprenderá a mirar con nuevos ojos la realidad, en especial el problema de la inmigración, tema sobre el que Montes pretende trabajar en la ciudad. Toda una experiencia de iniciación que, sin embargo, no acabará como Marcos había imaginado. Los métodos de Montes están en el límite de lo admisible. Y cuando la teoría se lleva a la práctica, las cosas corren el riesgo de irse de las manos. En ese momento, el arte se transforma en un juego grotesco y peligroso. Una crítica profunda y envenenada del arte contemporáneo más radical y de la actitud cínica que se oculta detrás de ciertas prácticas artísticas «comprometidas».
Miguel Ángel Hernández (Murcia, 1977) es profesor de Historia del Arte en la Universidad de Murcia. Ha sido director del CENDEAC (Centro de Documentación y Estudios Avanzados de Arte Contemporáneo) y Research Fellow del Clark Art Institute (Williamstown, Massachusetts). Es autor de los libros de relatos Cuaderno [...] duelo (2011) e Infraleve: lo que queda en el espejo cuando dejas de mirarte (2004). Sus microrrelatos, publicados en la plaquette Demasiado tarde para volver (2008), aparecen en Por favor, sea breve 2 (2009) y Antología del microrrelato español (1906-2011) (2012). Entre sus libros de ensayo y crítica de arte destacan Materializar el pasado. El artista como historiador (benjaminiano) (2012), Robert Morris (2010), La so(m)bra de lo Real: el arte como vomitorio (2006) y la edición de Art and Visibility in Migratory Culture (2012, con Mieke Bal). Colabora regularmente con varias revistas nacionales e internacionales de arte y cultura visual y, desde 2006, mantiene el blog No(ha)lugar (nohalugar.blogspot.com). Sobre su narrativa se ha escrito: «Una sensibilidad espléndida y unos ecos narrativos ?Blanchot, Beckett, Bernhard? de primerísimo orden» (Ricardo Menéndez Salmón, Numerocero.es); «Hay pensamiento y humanidad, unas páginas donde la ambición se ha visto largamente recompensada por el logro» (Javier Moreno, Quimera); «Un texto de altísimo valor literario, sugerente, vigoroso, repleto de lirismo» (José Belmonte, Ababol).