El acto de mirar es siempre interpretativo: supone el establecimiento de una relacio´n i´ntima que afecta tanto al observador como al objeto de su mirada. Pese al supuesto distanciamiento que suele exigirse al teo´rico del arte, Miguel A´ngel Herna´ndez lleva an~os aproxima´ndose asi´ a las ima´genes para establecer con ellas un dia´logo profundo en el continuum de arte y vida. El resultado son los textos aqui´ reunidos, a medio camino entre el ensayo, la autobiografi´a y la narrativa, en los que siguiendo la estela de Benjamin, Sontag y Barthes se exploran cuestiones como el valor de la memoria y su vi´nculo con el conocimiento, el duelo, la e´tica de la mirada, las relaciones entre tecnologi´a y deseo, o la percepcio´n subjetiva del tiempo. A trave´s de una prosa atravesada de vivencias, iluminaciones y experimentacio´n literaria, el ejercicio de contemplar ima´genes se nos revela como una experiencia vital y transformadora.
Miguel Ángel Hernández (Murcia, 1977) es profesor de Historia del Arte en la Universidad de Murcia. Ha sido director del CENDEAC (Centro de Documentación y Estudios Avanzados de Arte Contemporáneo) y Research Fellow del Clark Art Institute (Williamstown, Massachusetts). Es autor de los libros de relatos Cuaderno [...] duelo (2011) e Infraleve: lo que queda en el espejo cuando dejas de mirarte (2004). Sus microrrelatos, publicados en la plaquette Demasiado tarde para volver (2008), aparecen en Por favor, sea breve 2 (2009) y Antología del microrrelato español (1906-2011) (2012). Entre sus libros de ensayo y crítica de arte destacan Materializar el pasado. El artista como historiador (benjaminiano) (2012), Robert Morris (2010), La so(m)bra de lo Real: el arte como vomitorio (2006) y la edición de Art and Visibility in Migratory Culture (2012, con Mieke Bal). Colabora regularmente con varias revistas nacionales e internacionales de arte y cultura visual y, desde 2006, mantiene el blog No(ha)lugar (nohalugar.blogspot.com). Sobre su narrativa se ha escrito: «Una sensibilidad espléndida y unos ecos narrativos ?Blanchot, Beckett, Bernhard? de primerísimo orden» (Ricardo Menéndez Salmón, Numerocero.es); «Hay pensamiento y humanidad, unas páginas donde la ambición se ha visto largamente recompensada por el logro» (Javier Moreno, Quimera); «Un texto de altísimo valor literario, sugerente, vigoroso, repleto de lirismo» (José Belmonte, Ababol).