Crónica de la caída de Sebastián Vaca y de la consagración del minucioso plan de Aristóteles Brumell, La muerte de un instalador narra la historia de un artista que, sin darse cuenta, se convierte en la obra de su mecenas. La muerte de un instalador , obra ganadora del premio Joaquín Mortiz de primera novela en 1996, es testimonio de la aparición de un escritor mexicano con gran proyección en México y que anunció un cambio generacional. «Acabo de leer La muerte de un instalador y siento que hay un escritor que se plantea retos con la literatura, con el lenguaje.» Sergio Pitol
Álvaro Enrigue nació en México en 1969. Ha vivido entre el Distrito Federal y Washington D.C, y ahora reside en Nueva York. Ha sido profesor de Literatura en la Universidad Iberoamericana y de Escritura Creativa en la de Maryland. Se dedica desde 1990 a la crítica literaria, y ha colaborado en revistas y periódicos de México y España. A su regreso a México, después de una breve etapa como editor de literatura del Fondo de Cultura Económica, pasó a formar parte de la revista Letras Libres y posteriormente fue editor de Conaculta. Ganó el Premio de Primera Novela Joaquín Mortiz con La muerte de un instalador, en 1996. En Anagrama ha publicado Hipotermia y Vidas perpendiculares. Ha sido seleccionado por la New York Public Library como escritor residente en 2011 y 2012 junto a Jonathan Safran Foer y James Fenton después de la publicación en México y España de Decencia.